Marcos León
La infertilidad es una de las experiencias más duras que una pareja puede atravesar. No poder concebir un hijo, cuando existe el profundo deseo de hacerlo, puede generar dolor emocional, crisis en el matrimonio, frustración familiar y hasta pérdida de esperanza. Nadie puede minimizar el peso de esas lágrimas, ni la herida que se abre en el corazón cuando la vida no llega como se anhela.
Pero justamente por la grandeza de este sufrimiento, es aún más grave que la industria de la Fertilización In Vitro (FIV) se aproveche de ese dolor legítimo para ofrecer una “solución” vestida de slogans hasta "misericordosos". Bajo frases conmovedoras y científicamente maquilladas, la FIV se presenta como si fuera un acto provida, como si esas prácticas estuvieran al servicio de la vida. Sin embargo, la realidad es mucho más cruda: detrás de esos slogans se esconde un negocio millonario que manipula, congela y descarta vidas humanas en sus primeras etapas, el aborto selectivo.
Por eso, en este Post te vamos a hablar de algunas de esas mentiras, para que cuando te hablen de FIV, sepas lo que te proponen en realidad:
10 MENTIRAS DE LA FERTILIZACIÓN IN VITRO: CUANDO TE VENDEN LA MUERTE COMO SI FUERA VIDA.
Slogan 1: “La FIV es provida, porque ayuda a los padres a concebir”
La verdad: Nada más lejos de ser provida. Para que un niño nazca mediante FIV, decenas de embriones hermanos son sacrificados, descartados o congelados indefinidamente. La FIV no protege la vida: la destruye en masa y esconde esa realidad bajo la alegría de un nacimiento aislado.
Slogan 2: “La FIV es usar la tecnología al servicio del ser humano, para dar vida”
La verdad: La verdadera ciencia está al servicio del hombre cuando respeta la dignidad de cada persona. La FIV no da vida, produce seres humanos como en una fábrica, sometidos a manipulación y selección. No es un servicio a la vida, sino una tecnificación del origen humano que trata a los hijos como productos.
Slogan 3: “Dios da al hombre la capacidad de utilizar la ciencia para ayudar a los padres que no pueden concebir”
La verdad: Sí, Dios da inteligencia para usar la ciencia, pero nunca para usurpar su lugar como Creador. Así como no toda aplicación científica es legítima (armas biológicas, eugenesia, clonación), tampoco lo es manipular el inicio de la vida. Usar la ciencia contra la dignidad del ser humano no es cooperación con Dios, sino rebeldía contra Él.
Slogan 4: “Es la única alternativa para las personas que sufren de infertilidad”
La verdad: Esta es una mentira de mercado. Existen alternativas éticas y médicas como la Medicina Reproductiva Restaurativa, el enfoque de la NaProTecnología, que busca sanar la infertilidad en su raíz, respetando la dignidad de los esposos y del hijo. Además, la adopción es un camino de amor verdadero. Decir que la FIV es la única opción es un engaño para cautivar a parejas desesperadas.
Slogan 5: “El fin justifica los medios: lo importante es tener un hijo”
La verdad: El fin nunca justifica los medios. Un hijo es siempre un don, nunca un derecho a exigir ni un objeto a fabricar. El deseo legítimo de paternidad no justifica destruir vidas en el camino. La verdadera paternidad nace de la apertura a la vida, no de la imposición de la técnica.
Slogan 6: “Los embriones congelados no son personas todavía”
La verdad: Cada embrión, incluso en laboratorio, es un ser humano único con ADN irrepetible. Congelarlos es congelar personas en estado embrionario. Este crimen silencioso multiplica la injusticia: millones de seres humanos viven hoy atrapados en tanques de nitrógeno, reducidos a “material biológico”.
Slogan 7: “Se seleccionan los embriones más sanos para garantizar un mejor futuro”
La verdad: Esta es la cara oculta de la eugenesia moderna. Los embriones que no cumplen con los estándares de calidad son eliminados: aborto selectivo en su forma más fría. No se garantiza un mejor futuro: se elimina a los que no encajan en el molde.
Slogan 8: “La FIV es un acto de amor de los padres”
La verdad: El amor verdadero nunca instrumentaliza. En la FIV, el hijo se subordina al deseo de tenerlo a cualquier costo, tratándolo como un proyecto personal. Amar es recibir, no fabricar. El amor conyugal se expresa en la apertura a la vida en el acto de unión, no en un laboratorio que decide qué vida nace y cuál no.
Slogan 9: “Si la Iglesia se opone a la FIV, entonces está contra la ciencia”
La verdad: La Iglesia no está contra la ciencia, sino contra el uso perverso de la ciencia. La misma inteligencia humana que ha dado grandes avances médicos, puede también desviarse y producir armas biológicas, clonación o destrucción masiva. La FIV pertenece a ese grupo de avances sin ética, que convierten la ciencia en enemiga del hombre.
Slogan 10: “En la FIV nadie mata: solo sobreviven los embriones más aptos... Es un proceso natural”
La verdad: Esto no es un proceso natural: es selección humana deliberada. El médico elige cuántos óvulos fecundar, cuántos embriones implantar y cuáles serán congelados o destruidos. El laboratorio clasifica vidas humanas como “aptas” o “no aptas”, y ese acto —consciente, protocolizado y técnicamente ejecutado— es un acto de eugenesia.
El discurso de “no aptos” es un eufemismo médico para justificar la eliminación de embriones. No se trata de “dejar que la naturaleza decida”, sino de aplicar criterios de laboratorio para descartar vidas humanas que no cumplen los estándares de salud o viabilidad.
Un médico que practica la FIV sabe lo que hace: sabe que por cada hijo nacido decenas de embriones son destruidos, sabe que manipula, selecciona y descarta. No es un espectador pasivo de la biología, es agente activo de un aborto temprano encubierto.
Quien practica la FIV no puede escudarse en la naturaleza, porque no es la naturaleza la que congela embriones en nitrógeno líquido, ni la que los descarta en contenedores de laboratorio. Es la técnica, dirigida por el médico, la que decide quién vive y quién muere.
En términos éticos: esto es aborto selectivo y eugenesia, con bata blanca y bajo luz de laboratorio.
CONCLUSIÓN: LA FIV, UNA TÉCNICA EN CONTRA DEL SER HUMANO
La Fertilización In Vitro no es un triunfo de la medicina, sino una industria millonaria sostenida sobre la manipulación, congelación y descarte de vidas humanas en estado embrionario.
Se presenta con slogans conmovedores, pero en realidad esconde aborto selectivo, eugenesia y cosificación del hijo.
La infertilidad merece compasión y caminos de esperanza, no falsas soluciones que multiplican el dolor humano en silencio. Frente a la FIV, la verdadera respuesta está en métodos médicos respetuosos, en la adopción y, sobre todo, en la acogida del hijo como un don y no como un producto.