Marcos León
Un Problema Más Profundo de lo que Parece
Uno de los problemas más graves de nuestra sociedad es la mentalidad anticonceptiva, o como me gusta llamarla, la mentalidad de condón. No se trata solo de que los anticonceptivos se usen y se compren como si fueran caramelos, sino de que esta mentalidad es la RAÍZ de muchos otros males terribles.
El aborto, el embarazo precoz, la desintegración familiar, la trivialización del amor y el sexo... todo está entrelazado con esta mentalidad. Y aunque estos problemas pueden ser medidos con números, surge una pregunta crucial:
¿Cómo medimos la penetración de esta mentalidad en nuestros entornos?
La Realidad en Nuestras Comunidades
Miremos a nuestro alrededor. Seguro has visto embarazos "inesperados" en tu comunidad, incluso dentro de la Iglesia. Se celebran, como debe ser, pero siempre acompañados de susurros, reproches y chismes si la pareja no está casada. Y lo que es más preocupante: cada vez se vuelve más común ver embarazos adolescentes dentro de la parroquia, en grupos juveniles y catequesis.
Estos jóvenes, a pesar de estar en la parroquia, han sido adoctrinados por la mentalidad anticonceptiva que les predican los medios de comunicación, los programas de "educación sexual enlatados fallidos" y los médicos que, sumizos y traidores de la verdad se arrodillan ante la ideología del placer. Les venden la mentira de que "autoconocerse", "explorar" y "disfrutar de su sexualidad", pero con anticonceptivos como "protección" es el camino a una vida segura y plena. Pero es una farsa. Porque cuando la mentalidad anticonceptiva falla, las consecuencias no tardan en aparecer: enfermedades, embarazos no deseados, abortos y destrucción de familias.
Nuestro Entorno: Un Refugio o un Campo de Batalla
Nos gusta señalar con el dedo: Los médicos son el problema, los medios son el problema, los padres son el problema. Pero, ¿y nosotros?
¿Qué tanto ha penetrado la mentalidad anticonceptiva en nuestra propia comunidad?
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En la escuela de nuestros hijos: ¿Qué piensan sus compañeros?¿Que piensan los padres de sus compañeros?¿Que consejo dan a sus hijos?
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En los hogares cercanos: ¿Qué les enseñan los padres a sus hijos? ¿Que puedo esperar cuando mi hijo va sólo a la casa de alguien que está de acuerdo con entregarle un preservativo a su hijo cuando va a ir de fiesta?
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En las aulas: ¿Qué opinan los profesores? ¿Será que los mismos profesores promueven el "explorar" y lo anterior ya mencionado?
O simplemente, nos confiamos en que hemos criado bien a nuestros hijos y los enviamos, con toda tranquilidad, a la casa de sus amigos. Pero, ¿realmente sabemos a qué ideología los estamos exponiendo? ¿No lo estamos enviando directamente a la boca del lobo?
La Prueba: Lo Que Nos Dice una sencilla pero reveladora Encuesta
Para responder a esto, realizamos una encuesta a 43 agentes pastorales, personas que tienen la responsabilidad de guiar a otros en la fe. Los resultados fueron escalofriantes:
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Una pareja comprometida está debatiendo si deben esperar hasta el matrimonio para tener relaciones sexuales. ¿Cuál es su opinión sobre la abstinencia antes del matrimonio?
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Sobre la abstinencia antes del matrimonio: Casi el 40% de los encuestados dio respuestas relativistas y utilitaristas, alejadas de la bioética personalista.
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- Una pareja casada está considerando el uso de anticonceptivos para prevenir embarazos no deseados. ¿Cuál es su posición ética sobre este tema?
- Sobre el uso de anticonceptivos: Más del 57% de los encuestados justificó su uso, ignorando la visión personalista de la sexualidad.
Si estos resultados los extrapolamos a la población total de agentes pastorales de una parroquia (asumiendo un máximo de 100 agentes), encontramos que estos resultados son estadísticamente significativos con un nivel de confianza del 95%. Es decir, hay evidencia sólida para afirmar que el problema está extendido dentro de la comunidad.
Los Agentes Pastorales: El Termómetro del Problema
Antes de que alguien piense que esto es un ataque contra los agentes pastorales, aclaremos algo:
Los agentes pastorales son héroes de la Iglesia. Dedican su tiempo, sus fuerzas y muchas veces sacrifican a su propia familia para servir a la comunidad. Están ahí en los momentos más difíciles, acompañando a los enfermos, a los que sufren y a los que han perdido a un ser querido. Pero ellos también son seres humanos, y si ellos, los que están llamados a ser los primeros en defender la vida y el amor, han caído en la mentalidad anticonceptiva, ¿qué nos hace pensar que no ha ocurrido lo mismo en otros entornos?
Si en un país provida como Paraguay, dentro de un grupo de agentes pastorales, estas ideas ya han calado hondo, ¿qué nos hace creer que nuestras comunidades están exentas?
La Prueba Final: Evalúa Tu Propio Entorno y te vas a sorprender...
Ahora, la pregunta es para ti: ¿Te animás a saber que tanto penetró al mentalidad anticonceptiva en tu propia comunidad?¿Y en el colegio de tu hijo?
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Pregúntales a los catequistas de tu parroquia.
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Pregunta a los profesores de la escuela de tus hijos.
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Pregunta a los padres de los compañeros de tus hijos.
Si quieres hacer esta medición de manera estructurada, contactá con nosotros y te ayudaremos. Esta batalla no se gana con discursos vacíos, sino con acción concreta y fundamentada.
¡El momento de actuar es AHORA!
Imagina que estás en un barco con una pequeña fuga de agua. No pasa nada al principio. Pero cuando quieres hacer algo, ya es demasiado tarde y el barco está hundiéndose. Así es la mentalidad anticonceptiva. Se filtra silenciosamente en nuestras comunidades, en nuestras escuelas, en nuestras familias. Y cuando nos damos cuenta, el daño ya está hecho.
¡No permitas que la mentira del mentalidad de condón siga consumiendo a nuestras comunidades!
Cada día que pasamos ignorando esta realidad, más jóvenes caen en la trampa del engaño. No esperemos a que sea demasiado tarde.
Toma acción. Pregunta. Investiga. Actúa.
La batalla está en marcha. ¡Y es AHORA cuando debemos luchar!